Entrevista al Presidente del Centro Despachantes de Aduanas, Francisco Enrique Loizzo

Entrevista al Presidente del Centro Despachantes de Aduanas, Francisco Enrique Loizzo

El 5 de diciembre último, Enrique Loizzo se convirtió en presidente del Centro Despachantes de Aduana (CDA). Recién llegado de las jornadas de COMALEP y ASAPRA en Cuba, recibe a Mercojuris para hablar sobre distintos temas de actualidad.


¿Cuáles son sus objetivos como presidente del CDA?

Al asumir, nos encontramos con un problema muy serio: la constitución del Fondo Común Solidario. Los despachantes de aduana tenemos que garantizar nuestra actuación profesional a través de una garantía de actuación, valga la redundancia. Por el decreto 79 del año 2015, pasó a ser de 100.000 pesos, de forma individual y a través del Fondo Común Solidario, que lo maneja el CDA y era de 30 mil pesos.

Hubo que hacer una adecuación importante porque los fondos no eran suficientes. Tuvimos que ejercer actos inmediatos porque el vencimiento era el 31 de diciembre y tuvimos que iniciar algunas acciones tanto judiciales como oficiosas ante la AFIP. Así, logramos una prórroga de casi 170 días.

La segunda etapa que estamos encarando es modificar el elemento garantizable. Hasta ahora era únicamente a través de títulos públicos, lo que implicaba el depósito en efectivo de una determinada cantidad de dinero para la compra de títulos. Estamos gestionando ante la AFIP la posibilidad de garantizar a través de un seguro de caución. Las gestiones están muy bien encaminadas y esperamos resolverlas en el corto plazo.

¿Cuáles son las inquietudes de los socios?

La preocupación del despachante de aduana se fundamenta en el quehacer diario, en la necesidad de la agilización de los trámites. Aún estamos con algunas complicaciones porque los trámites aduaneros son complejos en nuestro país. Hay muchas intervenciones y se producen demoras, que es lo que al despachante más le cuesta.

Un tema que nos preocupa también es la obtención, a través de los SIMI, de las licencias no automáticas, necesarias para importar. Requiere un trámite de supervisión y autorización por parte de la Secretaría de Comercio, tiene un plazo de hasta 60 días y en algunos casos no se cumplen esos tiempos. En esos casos, los despachantes manifiestan su preocupación porque al no salir las licencias, no se puede importar.

¿Considera que el SIMI y el Acuerdo de Facilitación de Comercio son compatibles?

Lo que nosotros tenemos que evaluar es qué es lo que se pretende con el AFC. Argentina está en proceso de suscripción. El pasado 22 de febrero, se puso en marcha y se suscribieron casi el 75% de los países.

Argentina todavía está en proceso de hacerlo. Está en el Parlamento, en vías de aprobarse su implementación. Sobre el AFC, hay que tener una mirada extensa y mirar en dónde nos posicionamos y cuáles son las facilitaciones.

Desde el punto de vista operativo, hay dos tipos de facilitaciones que se generan dentro de ese acuerdo: la del sector privado y la del sector público. Ambas tienen que compatibilizarse para que de verdad sea mucho más ágil de lo que tiene que ser.

¿Cómo logran agilizarse esos procesos?

Hay que achicar un poco los procesos de tiempo aduanero, que es en parte a lo que apunta el AFC. Uno de los hechos sobre los que se está trabajando es la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE). Si esta se pone en marcha en tiempo inmediato, va a acelerar los procesos. Los procesos aduaneros en nuestro país tienen muchas intervenciones de terceros organismos. Esto conlleva a que cada trámite tiene que hacerse de manera individual y recién una vez que se obtiene esa autorización, los despachantes podemos acceder al sistema y oficializar el despacho.

Si todo eso se concentra dentro de lo que es la VUCE, como está sucediendo en otros países, va a ser bastante más ágil y va a facilitar un poco las cosas. Eso es uno de los puntos sobre los que la facilitación va a trabajar en el sector público.

En el sector privado, el AFC no apunta a reducir tiempo, sino costos. Y cuando esto pasa, hay que ver a cuáles se apunta. Nosotros vemos con cierta preocupación se puedan dirigir a pensar que la figura del despachante de aduanas encarece esos costos, cuando en realidad la incidencia en la figura del despachante es mínima. Los costos más importantes en la cadena de comercialización son los de fletamento. En nuestro país, son muy caros los movimientos portuarios o los traslados internos, ya que cuesta más caro llevar un cargamento desde Buenos Aires al interior del país que lo que cuesta traer uno desde China. Esos son los costos que se apunta a bajar.

¿Cómo se bajan esos costos?

Eso es más difícil. Cuando el país logre tener una economía más estable, seguramente se acomoden ese tipo de cosas. Mientras eso no se logre, buscamos otras variantes. Pero lo cierto es que para que las cadenas de comercialización bajen los costos, tenés que tener una economía estable. Y si el concepto de reducir costos es eliminar jugadores, no es del todo claro.


¿Hubo cambios en el rubro con el nuevo gobierno?

Tenemos diálogo más directo con ciertos agentes del gobierno, como la Aduana, en muy buenas relaciones; con AFIP, que vienen a ser como nuestros jefes directos; también tuvimos reuniones con la Secretaría de Comercio y con el Ministerio de Producción.

Desde el CDA, estamos participando activamente en lo que es el modelo VUCE, explicando cuáles son las necesidades que tenemos y qué podría ser útil para la implementación de ciertas pautas.


¿Qué balance hace de las jornadas a las que fue en Cuba?

Entre el 17 y el 19 de mayo, se llevaron adelante las jornadas de COMALEP y ASAPRA. Las primeras son reuniones cerradas entre las direcciones de aduana de América Latina, el Caribe, España y Portugal. Allí, se exponen y analizan las problemáticas del sector público.

También participamos en las del sector privado, en donde se analizan las problemáticas del comercio exterior. Este año se trató fundamentalmente el Acuerdo de Facilitación de Comercio, que es el gran tema a nivel global. A su vez, la Organización Mundial de Aduanas (OMA) está trabajando sobre el tema e-commerce.

Además, tuvimos la reunión de directorio de ASAPRA, que es la asociación de profesionales también de América Latina, el Caribe, España y Portugal. Este año, se anexó Estados Unidos. Cada país expone las problemáticas que tienen los despachantes de aduana en su territorio.


¿Cómo está posicionada Argentina con respecto al resto de los países?

Todos los despachantes estamos teniendo algún tipo de problemas por la gran cantidad de acuerdos bilaterales que están apareciendo. Para nosotros, el despachante sigue siendo la figura preponderante. Vemos con preocupación cómo los avances de algunos actores pueden generar problemáticas en el trabajo. La mayoría de los países están igual que nosotros porque, salvo en algunos países, la contratación del despachante no es algo obligatorio. Por suerte, logramos que la figura del despachante haya quedado establecida como fundamental en los acuerdos que se están firmando entre la Unión Europea y el Mercosur.


¿Algún comentario sobre la convocatoria a paritarias?

Es un tema en el que estamos trabajando. Ya tuvimos una serie de reuniones entre el CDA y la Asociación de Empleados de Despachantes de Aduanas, con quienes tenemos una muy buena relación. Estamos en vías de negociación y creemos que se va a llegar a buen término, siempre dentro de las pautas normales que se están barajando en todos los acuerdos de paritarias.


Fuente: Martín Gordo


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